" No traigo oro ni plata, pero traigo lo más valioso que se me ha dado, Jesucristo "
Hoy el papa Francisco llego a Brasil para que desde mañana inicie la JMJ 2013, llego a las 2:15 hora venezolano, miles de peregrinos de todo el mundo lo esperaban en las calles en clima de fiesta para dar la bienvenida al primer papa latinoamericano de la historia.
“No tengo oro ni plata, pero traigo conmigo lo más valioso que se me ha dado: Jesucristo”, dijo el Papa Francisco entre aplausos en el Palacio Guanabara, en el acto protocolar con la presidenta Dilma Rousseff, en la noche de este lunes 22. El Santo Padre saludó a los jóvenes y a todos los peregrinos presentes en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ Rio 2013).
Según el Santo Padre, es ideal que se entregue oportunidades a todos los jóvenes. “La juventud es la ventana por el cual entra el futuro en el mundo y, por tanto, nos impone grandes retos. Nuestra generación se mostrará a la altura de la promesa que hay en cada joven, cuando sepa ofrecerle espacio” dijo.
El Papa Francisco destacó además que el Señor cree en la juventud y les confía la ‘misión de evangelizar. “Cristo tiene confianza en los jóvenes y les confía el futuro de su propia misión “Vayan y hagan discípulos entre todas las naciones”. Vayan más allá de las fronteras de lo humanamente posible y creen un mundo de hermanos y hermanas. Pero también los jóvenes tienen confianza en Cristo: no tienen miedo de arriesgar por Él la única vida que tienen, porque saben que no serán defraudados” declaró.
La emoción del público fue intensa cuando el Papa Francisco dijo que sus brazos estan abiertos para toda la nación. “En este momento, los brazos del Papa se alargan para abrazar a toda la nación brasileña, en la diversidad de su riqueza humana, cultural y religiosa. Desde la Amazonía hasta la Pampa, desde las regiones áridas hasta el Pantanal, desde los pequeños pueblos hasta las metrópolis, que nadie se sienta excluido del afecto del Papa”.
El primer pontífice latinoamericano también pidió a los adultos que garanticen a los jóvenes la seguridad y educación, le transmitan valores duraderos "por los que vale la pena vivir", le aseguren un horizonte trascendente "para su sed de auténtica felicidad y su creatividad en el bien" y le dejen en herencia un mundo que corresponda "a la medida de la vida humana".
Fuente: JMJ.com