Jueves Santo: Una Cena Significativa.
Hoy jueves Santo fue un día muy importante para nuestra Santa Iglesia Católica, ya que Jesús durante la última cena, instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio y en un gesto de nobleza y humildad realizo el lavatorio de los pies a sus apóstoles y me quedo con la frase de nuestro Papa Francisco; "es una caricia de Jesús para nosotros" "entre nosotros quienes está más alto debe estar al servicio de los otros”, y además nos regalo el mandamiento del amor; "Les doy este mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Así como yo los amo a ustedes". Jn. 13, 34.
- Lavatorio de los Pies:
Jesús en este pasaje del Evangelio nos enseña a servir con humildad y de corazón a los demás. Este es el mejor camino para seguir a Jesús y para demostrarle nuestra fe en Él. Recordar que esta no es la única vez que Jesús nos habla acerca del servicio. Debemos procurar esta virtud para nuestra vida de todos los días. Vivir como servidores unos de otros.
- Eucaristía y Sacerdocio:
Este es el día en que se instituyó la Eucaristía, el sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo bajo las especies de pan y vino. Cristo tuvo la Última Cena con sus apóstoles y por el gran amor que nos tiene, se quedó con nosotros en la Eucaristía, para guiarnos en el camino de la salvación.
Todos estamos invitados a celebrar la cena instituida por Jesús. Esta noche santa, Cristo nos deja su Cuerpo y su Sangre. Revivamos este gran don y comprometámonos a servir a nuestros hermanos.
Al finalizar la cena, Jesús tomó un pan y un cáliz con vino. Diciendo: “Tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo que será entregado por ustedes”. “Tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la Alianza nueva y eterna que será derramada por ustedes y por todos los hombres para el perdón de los pecados.” Después les dijo a sus apóstoles: “Hagan esto en memoria mía”. En este momento queda instituido el Sacramento de la Eucaristía. Ésta es la primera misa que se celebró. Ahora son los sacerdotes y Obispos los que consagran el pan y el vino, y celebran la misa. El Sacramento de la Eucaristía es el sacramento por excelencia, porque bajo las especies de pan y vino, se encuentra la presencia real de Cristo, de su Cuerpo y de Su Sangre.
Por último, Jesús añade tras comida del pan y del vino: "haced esto en memoria mía". Es el mandato del nuevo sacerdocio. El único sacerdote es Cristo, la víctima ofrecida es Él mismo. Los nuevos sacerdotes participarán en ese sacerdocio con el gesto de repetir esa consagración del pan y del vino, de "la fracción del pan". Por esto Pablo recuerda que "cuantas veces comáis este pan y bebáis este cáliz, anunciáis la muerte del Señor hasta que venga".
Este es el momento central de la Cena: ha sido instituido el sacramento de la Eucaristía y del sacerdocio. Ha comenzado una nueva alianza entre el amor de Dios que se da y el de los hombres que pueden entrar en comunión con Dios de un modo humilde y grandioso.